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¿Cómo es el cielo de Dios? ¿Cuánto cuesta entrar al cielo?

niñitos

¿Cómo es el cielo de Dios? ¿Es azul bañado de estrellas? ¿Es amarillo como el sol radiante? ¿Es de colores como el arcoíris y las flores? Padre que estás en el cielo… El cielo de Dios son los pobres. El hermano necesitado es el cielo de Dios.

A la hora del juicio final, Dios más que fijarse en mis debilidades, pecados y flaquezas, mirará mi entorno, para descubrir si yo sembré consuelo, paz y esperanza en los seres a mi confiados; para ver si hubo hermanos socorridos y aliviados en sus penas y necesidades.

¿Cuánto cuesta entrar al cielo? Un pedazo de pan que yo dé a mi hermano; un abrigo que comparta; un poco de mi tiempo que invierta en tantos solos y abandonados.

¿Cuánto pan tengo que dar? La medida es Jesucristo hecho pan. Convertirnos en pan para darnos enteramente a los demás. Dios se identifica con el pobre, por lo que preocuparse del hermano necesitado es tan importante que Dios liga la vida eterna a dar un pedazo de pan al que lo necesita.

Las necesidades expresadas en las obras de misericordia reflejan la vasta realidad del dolor humano. No podemos pasar inadvertidos ante quien sufre. A nadie se nos ha pedido hacer milagros, pero si ayudar y estar con el hermano.

Alejarse de los pobres, es alejarse de Dios, es alejarse de la vida verdadera. Ser indiferente al hermano que sufre, es ser indiferente a Dios, es comprometer la propia salvación.

En el juicio, no debiéramos temer mostrarle a Dios nuestra debilidad y flaqueza, tan solo temer llegar a él con las manos vacías.

 

+Alfonso G. Miranda Guardiola 

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